IAM/Redacción El proyecto Eolo no cumple los fines para los que fue autorizado por el edil tarifeño. El proyecto de restauración se ha convertido un pésimo negocio de aparcamiento de coches y ha creado un grave problema de basuras y plásticos en pleno Parque Natural El Estrecho.
La autorización concedida por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Tarifa fue una farsa más en la política ambiental que viene desarrollando el actual delegado de Medio Ambiente Lo que se suponía que iba a ser un proyecto de restauración, formación y recuperación de un espacio protegido se ha reducido a una empresa de aparcamientos, de los cuales 40 plazas se suponían que eran gratuitas.
Lo que fue defendido a cuerpo y espada por el edil tarifeño, como un proyecto de protección de la costa tarifeña ha sido un fracaso lleno de irregularidades y despropósitos. No existe recuperación ni protección del entorno, tampoco de algunos vestigios de los restos arqueológicos de Mellaria. Para la Junta de Andalucía el Proyecto Eolo iba a traer “protección” y “recuperación” a las zonas ambientales más sensibles en el entorno de la desembocadura del rio del Valle, sin embargo la nefasta gestión del empresario con la complicidad del alcalde socialista de Tarifa y su equipo de gobierno, han traído el mal que ya asola al municipio de Tarifa, y que ya está teniendo una fuerte respuesta social con la iniciativa Limpiemos Tarifa: acopios de basura y esparcimiento de plásticos y de desechos. Éstos no sólo se encuentran el entorno urbano, ahora ocurre en pleno parque natural del Estrecho
El empresario ha mostrado su incapacidad para sostener ambientalmente el aparcamiento y una desviación del objeto de la licencia provisional concedida por el alcalde Tarifeño con el beneplácito de la Directora del Parque. Además, la finca del proyecto “Eolo”, la que se suponía iba a ser protegida de “caravanas” ha sido utilizadas durante este verano para un uso intensivo de Quads, un turismo agresivo, destrozando e impactando aún más, si cabe un entorno abandonado por las administraciones durante décadas.
Desde Salvemos Vadevaqueros no creemos que vaya a haber respuesta ni del Ayuntamiento, ni de la Directora del Parque ni de la Consejería de Medio Ambiente para solucionar el problema de plásticos y de basuras que han traído a la Ensenada de Valdevaqueros con su pésima gestión. El sendero de la turificación tomada por las administraciones está dañando a la población tarifeña con una desorbitada burbuja inmobiliaria y salarios precarios, perjudicando sus playas y los valores naturales y culturales del PN del Estrecho.